Justo porque la temporada festiva ha terminado, no significa que debamos dejar de disfrutar de las delicias que trae, especialmente las ostras. Lejos de ser solo un manjar para las fiestas, las ostras son una fuente de nutrientes esenciales que nos benefician durante todo el año.
Tomemos, por ejemplo, la humilde ostra. No solo es un placer para el paladar, sino también una central de nutrientes esenciales. Rica en zinc, es una guardiana para tus ojos, protegiendo la retina y asegurando que tu visión se mantenga clara. El contenido de vitamina B12 es otra ventaja, actuando como un escudo contra la pérdida de memoria y manteniendo tus funciones cognitivas en cheque.
Pero eso no es todo. Las ostras están llenas de yodo, hierro, fósforo y magnesio, un cóctel de minerales que fortalecen tu cuerpo de varias maneras. Y en cuanto a proteínas, una docena de estos mariscos, particularmente del tamaño n.° 3 con su carne y jugos naturales, pueden rivalizar con un filete de 100 gramos. Incluso igualan un vaso de leche en cuanto a proporcionar tus necesidades diarias de calcio.
Las maravillas de las ostras se extienden más allá de su carne. En el mundo de los cosméticos de alta gama, nada de la ostra se desperdicia. Extractos y polvo de concha encuentran su camino en los productos para el cuidado de la piel, ofreciendo un toque de lujo y la promesa de rejuvenecimiento.
Así que, la próxima vez que pienses en ostras, recuerda que no son solo para ocasiones especiales. Son un tesoro de beneficios para la salud durante todo el año, e incluso sus conchas llevan un toque de elegancia al mundo de la belleza.
Fuente del artículo: «Les Echos»